Había una vez en un pueblo llamado Villotrigo, un matrimonio que tuvo una hija muy guapa llamada Rosalinda. Cuando la niña se hizo más mayor a sus padres y ella les encantaba ir de vez en cuando a dar paseos por el robledal. Un día, con el cielo muy nublado, cuando estaban dando un paseo oyeron ruidos muy extraños, pensaban que alguien les seguía y poco a poco empezaron a tener mucho miedo porque se les vino a la cabeza unas muertes de unas personas en extrañas circunstancias. Todos empezaron a correr y de repente salió un señor de entre los árboles con un aspecto muy feo y sucio que fue acercándose a ellos y sacando de su bolsillo un enorme cuchillo. La familia se puso muy nerviosa y con mucho miedo. La madre y la hija pudieron escapar, el padre fue perseguido por el señor y a escasos metros de una casa en ruinas, fue secuestrado. Sufrió graves lesiones en su cuerpo y, por último, le cortó una oreja para hacerle sufrir.
La madre y la hija entraron en una profunda tristeza al creer que lo habían matado, entonces ellas planearon buscar al asesino y matarlo. Dando muchas vueltas al bosque vieron la casa donde estaba el padre, vieron por una ventana cómo ese señor maltrataba a su padre dándole golpes constantemente, entonces tuvieron una idea buenísima, fueron corriendo a la cabaña donde ellos vivían, llamaron por teléfono a la policía diciéndoles todo lo ocurrido, la policía intentó tranquilizarles pero ellas muy nerviosas cogieron unas grandes navajas y fueron a salvarles. Al llegar a la casa ellas quisieron asustarle mostrándole las navajas que llevaban pero la hija, muy torpe, fue secuestrada por el señor, y le dijo a la mujer que iba a matar a los dos. Entonces la mujer, en un ataque de furia, se lanzó sobre él, dándole numerosas puñaladas hasta atarlo, entonces pudo salvar a su familia.
Todos se abrazaron llorando, el padre sufría numerosas heridas graves que hacían temer por su vida, pero la policía llegó demasiado tarde. Cuando entraron en la casa vieron lo ocurrido, solamente pudieron curar las heridas al señor y llevarle a un hospital. Después de mucho tiempo el señor se pudo recuperar y todo quedó en un mal sueño.
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